Amazonia: ¿quién necesita ejércitos invasores?

Por Geraldo Lino.

En un artículo publicado en la edición de 10 de enero de 2025 del diario brasileño «O Globo» («¿Y cuando se trate de Brasil?»), el coronel de la reserva del Ejército Paulo Roberto da Silva Gomes Filho se preocupa por las amenazadoras declaraciones del presidente electo Donald Trump en las que expresa intenciones expansionistas sobre Canadá, el Canal de Panamá y Groenlandia. Y lanza una advertencia:

«Que nos sirva de advertencia. ¿Qué haremos si, en un futuro próximo, alguien considera que la Amazonia, o nuestros recursos minerales, o nuestros recursos hídricos, o nuestra biodiversidad son 'esenciales para los intereses de sus países' y 'no descarta el uso de la fuerza' para obligarnos a actuar de tal o cual manera?».

Reconozcámoslo, Brasil ya ha renunciado a la soberanía efectiva sobre la Amazonia. De hecho, esta es la realidad de un país que se engaña a sí mismo con la falacia de que tiene la responsabilidad de «blindar» los biomas de la Amazonia y el Cerrado contra actividades económicas más allá del mero extractivismo, debido a su supuesta importancia vital para el clima global, y bloquea innecesariamente actividades productivas e infraestructuras, que son vitales para las poblaciones locales.

Entre ellas, la pavimentación de la autopista BR-319, el dragado del río Paraguay, el arrasamiento del Pedral do Lourenço, en el río Tocantins, y la exploración de la Margen Ecuatorial brasileña. Mientras tanto, el crimen organizado, que prescinde de los permisos del Ibama, ya tiene una presencia hegemónica en un tercio de los municipios de la Amazonia Legal.

En resumen: ¿quién necesita ejércitos invasores cuando ya tenemos un ejército irregular de ONG incrustadas en el gobierno federal y que dominan la política brasileña hacia la Amazonia?