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OTAN: Instrumento del expansionismo estadounidense, globalizando su poderío bélico-militar

  • Márcio Forti
  • 28 abr
  • 32 Min. de lectura

Márcio Forti[1]


Cronología del expansionismo sio-atlantista.
Cronología del expansionismo sio-atlantista.

Como nos enseña la trayectoria histórica de los últimos 74 años, la OTAN se ha expandido, continuamente, hacia el este incluso después del final de la Guerra Fría. Y esta es una de las principales causas del conflicto en Ucrania. En la práctica, la OTAN es el principal instrumento para el sometimiento de Europa, el asedio de Eurasia, la desestabilización de Asia Occidental y el Norte de África y, pronto, quizás presa de Iberoamérica.


1 — Origen del sio-atlantismo belicista institucional


La fundación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte se remonta al Tratado de Washington, firmando el 4 de abril de 1949, al comienzo de la Guerra Fría, como reacción al bloqueo soviético de Berlín (junio-julio de 1948). Originalmente, la OTAN estaba compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, los países del Benelux, Canadá, Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal. Grecia y Turquía ingresaron en la OTAN en 1952 y España en 1982. La OTAN suele presentarse como una alianza defensiva contra un enemigo, el bloque soviético. Sin embargo, el Pacto de Varsovia, el entonces contraparte de la OTAN, solo tomó forma, seis años después. Fue firmado el 14 de mayo de 1955, como reacción a la adhesión de Alemania Occidental a la OTAN, el 6 de mayo de 1955.


Así siendo, entre los doce países fundadores se encuentran tres (de los nueve actuales) potencias nucleares (Estados Unidos, Inglaterra y Francia), que son también, dicho de paso, tres de los cinco miembros con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El eje geográfico de la alianza, como su nombre indica, es el Atlántico Norte, la masa de agua dominada por los Estados Unidos de América, que forma su frontera occidental, mientras que, Inglaterra y Europa Occidental, representan su frontera oriental.


Si la “justificación” de la OTAN era la amenaza soviética, que ya no existía con la desaparición de la URSS (1991) y la disolución concomitante del Pacto de Varsovia (julio de 1991), entonces, lógicamente, la OTAN, ya no era necesaria. Sin embargo, la OTAN no solo siguió existiendo, sino que también, continuó expandiéndose, en contra de los compromisos que había asumido. Vale la pena recordar que, James Baker, el Secretario de Estado de EE.UU., bajo el presidente Ronald Reagan, prometió a Rusia, a través de Mikhail Gorbachev, que la OTAN excluiría cualquier “expansión de su territorio hacia el este o cerca de las antiguas fronteras soviéticas”. Según numerosas fuentes, reiteró esta promesa en la firma, coincidiendo con la afirmación de Gorbachov de que, la expansión de la OTAN era inaceptable ahora que la Guerra Fría había terminado y que, Europa, Rusia y Estados Unidos, deben encontrar puntos en común en el camino hacia la paz y la prosperidad.


Baker había respondido: “Él y los estadounidenses entendieron que, ‘no solo para la Unión Soviética, sino también para los demás países de Europa, es importante tener garantías de que, si Estados Unidos mantiene su presencia en Alemania en el marco de la OTAN, ésta última no debe moverse hacia el este, es decir, no debe expandirse hacia los países del antiguo Pacto de Varsovia’.”


2 — La total subordinación a Washington


Entre los artículos más interesantes del Tratado se encuentran el artículo 5, que define el principio de la defensa colectiva; el artículo 10, exigiendo que cualquier nuevo candidato potencial sea aceptado por unanimidad por los demás miembros, de manera que, cualquier decisión que tome la Alianza, debe ser unánime y debe primero presentar su candidatura para el gobierno de los EE.UU. El artículo final, 14, exige que, la copia original del Tratado, se conserve en los archivos del gobierno de los EE.UU. La OTAN es una organización totalmente subordinada al Complejo Militar Industrial estadounidense. Los únicos casos en los que, teóricamente,la Alianza está llamada a intervenir son, por lo tanto, el artículo 5, invocado en una sola ocasión, después del 11 de septiembre de 2001, o por mandato de las Naciones Unidas, un principio que ha sido ampliamente ignorado y desconsiderado.


Por lo tanto, como estamos viendo, la OTAN consiste en una estructura política y militar. La primera está dirigida por un Secretario General de uno de los estados miembros europeos. El órgano decisorio de esta estructura es el Consejo del Atlántico Norte, integrado por los representantes permanentes de los estados miembros, que tiene su sede en Bruselas y se reúne al menos una vez por semana. También existe una Asamblea Parlamentaria, una estructura paralela que no forma parte formalmente de la organización y que no tiene tareas de toma de decisiones. En cuanto a la estructura militar, existe un Mando Militar (CM) con sede en Bruselas, sobre el que se apoya el Mando Aliado de Transformación (CTA) con sede en Norfolk, Virginia, que se encarga del entrenamiento, la planificación y la doctrina, además de un Mando de Operaciones Aliadas (AOC) con sede en Mons, Bélgica, que es la estructura responsable de las operaciones militares.


La sede de la OTAN no siempre ha sido Bruselas. Hasta 1966 estuvo ubicada en París, pero posteriormente, fue trasladado a Bélgica tras conflictos irreconciliables con la Francia gaullista, que se quejaba del excesivo peso de Estados Unidos dentro de la Alianza Atlántica. De 1966 a 2009, Francia fue sólo una parte de la estructura política de la OTAN, siendo reintegrada completamente, incluso militarmente, por una decisión del gobierno sioatlantista de Nicolas Sarkozy. Por cierto, este último representa una personalidad altamente polémica. Thierry Meysan, escritor, periodista y geopolitólogo, siendo el fundador del periódico virtual Red Voltaire, que difunde contenidos sobre Relaciones Internacionales, había señalado, en abril de 2008, asegurando en su sitio web Red Votaire, que Nicolas Sarkozy, cuando adolescente, fue criado por el embajador Franck Wisner Jr., siendo reclutado por la CIA. Aunque no se ha podido confirmar tan información, es innegable que, Frank Wisner estuvo casado con Christine de Ganay, la madrastra de Nicolas Sarkozy, presidente de Francia de 2007 a 2012.


El Pacto Atlántico pasó por varias fases de expansión, conllevando a la metamorfosis institucional de, los doce países fundadores, a treinta estados miembros. Un aspecto que emerge de la observación de la ampliación paralela de la Unión Europea, que actualmente comprende veintisiete miembros, es que, la pertenencia a la OTAN, parece ser casi una condición previa para la pertenencia a la UE. Unos veintiún países europeos que se unieron a la OTAN ahora también forman parte de la Unión Europea, cuya sede también, curiosamente, se encuentra en Bruselas. Así siendo, ante esta realidad estructural, no es ningún exagero afirmar que, la Unión Europea consiste, principalmente, en el órgano de Relaciones Públicas de la OTAN, que, por su vez, como ya señalado, se encuentra totalmente subordinado al Complejo Militar Industrial estadounidense, un escenario que impide la soberanía de los países miembros, al menos que salgan de esas corporaciones, que representan jaulas institucionales, que consagran la unipolaridad neoliberal estadounidense en el sistema internacional de Estados.


La OTAN, totalmente capitaneada por el Tío Sam.
La OTAN, totalmente capitaneada por el Tío Sam.

A la luz de la evolución geopolítica actual, anclada a la Operación Militar especial rusa en Ucrania, es útil repasar brevemente, las distintas etapas de la ampliación, centrándonos en particular, en el período transcurrido desde la caída de la Unión Soviética. En 1991, se inició una nueva etapa en los equilibrios geopolíticos entre las grandes potencias. Según algunos estudiosos, como Francis Fukuyama, el mundo había entrado oficialmente en el “fin de la historia”, una fase en la que, la superpotencia hegemónica, los Estados Unidos de América, parecía destinada a prevalecer en un mundo ahora unipolar. Este error no duró más de quince años: podemos cerrar el final de esta ilusión, como máximo, en el discurso de Vladimir Putin en Munich en 2007, que sancionó claramente el regreso de Rusia al tablero geopolítico y el comienzo de la construcción del mundo multipolar, que también se intensificó con la consolidación de la soberanía plena iraní en 2005 y con la presentación de China al mundo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.


3 — El rechazo al agotamiento de su misión geoestratégica por Brzezinski


Como se mencionó anteriormente, la expansión de la OTAN pasó por varias fases, pero fue en 1991, cuando parecía haber agotado su función histórica, cuando este proceso recibió un impulso decisivo. En concreto, en 1999, con la cuarta ronda de ampliaciones, varios países del antiguo Pacto de Varsovia se incorporaron al Pacto Atlántico: República Checa, Hungría y Polonia. Curiosamente, poco antes de la agresión genocida sio-atlantista anti-Serbia en Kosovo. Luego, en 2004, se unieron siete nuevos miembros más de Europa del Este: Bulgaria, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, además de los tres Estados bálticos. En 2009, fue el turno de Albania y Croacia, seguidos, finalmente, por otros dos países nacidos de la fragmentación yugoslava, a saber, Montenegro en 2017 y Macedonia del Norte en 2020.


No hace falta un mapa para entender que, este proceso, es percibido, no meramente por Rusia (aunque sea la más afectada), sino también por Irán y China, como una amenaza. Sin embargo, debe enfatizarse que, estas diversas etapas de la ampliación hacia el este, cambiaron el eje político de la Alianza. De hecho, al menos hasta 1999, el eje franco-alemán, caracterizado por una postura más cautelosa, contrarrestó el enfoque más belicoso representado por el eje Londres-Washington. La entrada en el Pacto Atlántico de países animados por un odio visceral antirruso, como Polonia y las Repúblicas Bálticas (Arco de la Rusofobía), dio a la OTAN, una connotación más belicosa: no es casualidad que las dos grandes fases de la ampliación, 1999 y 2004, coincidieran con una intensificación de las operaciones militares de la Alianza Atlántica (Serbia 1999, Afganistán 2001 e Irak 2003). Y, nuevamente no por casualidad, los nuevos integrantes son los que mayor entusiasmo han mostrado al apoyar cada nueva intervención armada.


La adhesión de cada nuevo Estado miembro, como estamos diciendo, debe ser aceptada por unanimidad por todos sus miembros. En ese punto, comienza un camino que está trazado en un Plan de Acción para la Adhesión (PAA), un camino que actualmente está en marcha para Bosnia-Herzegovina y, más recientemente, para Finlandia y Suecia, con los fineses ya adentrando al bloque en abril de 2023. De los países de la antigua Yugoslavia, Serbia fue el único que rechazó siempre las “invitaciones” de adhesión a la OTAN, como es obvio para un país cuya extensión territorial ha sido mutilada y que, aún conserva el recuerdo candente de los bombardeos “democrático” y “humanitarios” de 1994–96 y 1999.


4 — La internacionalización sio-atlantista y su interacción con otras jaulas unipolaristas


Además, la OTAN coopera con más de 40 países, la mayoría de ellos no europeos, con los que ha establecido alianzas estratégicas y con los que realiza, periódicamente, importantes ejercicios militares. Algunos de estos países merecen atención, subdividiendo el análisis por macroáreas estratégicas. En cuanto al área mediterránea, los países implicados en la cooperación con el Pacto Atlántico son los del Diálogo Mediterráneo, que se remonta a 1994: Argelia, Egipto, Entidad Sionista, Jordania, Marruecos, Mauritania y Túnez. Los países más activos en este contexto son Marruecos (colaboración con la misión de interposición de la OTAN en Bosnia y con KFOR [Kosovo Force] en Kosovo, organización de ejercicios militares REGEX en 2020), además de Jordania (contingente de KFOR en Kosovo, participación en operaciones militares de ISAF en Afganistán en 2001 y la Operación Protector Unificado en Libia en 2011, también albergando ejercicios militares conjuntos llamados REGEX en 2017).


En cuanto a los países de la región del Golfo Pérsico, la Iniciativa de Cooperación de Estambul (ICI), establecida en 2004, es la interfaz entre los países aliados de EE. UU. (es decir, los que pertenecen al Consejo de Cooperación del Golfo) y la OTAN. Bahrein envió su propio contingente, como parte de la misión ISAF, en Afganistán; Kuwait otorgó a las tropas de la OTAN permiso para moverse libremente dentro de su territorio; Qatar participó en la agresión militar contra Libia en 2011; Emiratos Árabes Unidos participó en la operación militar en Afganistán, enviando también, un contingente con fuerzas ISAF en 2008, participando en la operación militar contra Libia en 2011.


También existe, toda una serie de iniciativas denominadas Partnership for Peace (PpP), que involucran, de forma individual, a muchos países en lo que, la geopolítica anglosionista, conoce como Eurasia Rim, el Arco de Eurasia, es decir, el cinturón que rodea el Heartland, el verdadero corazón del mundo, concepto que se remonta al geográfico inglés Mackinder en 1904. Dos países neutrales, Austria y Suiza, aunque no forman parte de la OTAN, participan en la Asociación para la Paz (APP). Para el exsecretario de Defensa William Perry: “La diferencia entre ser miembro de pleno derecho de la OTAN y participar en la ‘Asociación para la Paz’ debería ser tan fina como una hoja de papel”. Y para Daniele Ganser, no hay duda de que esta APP es una Asociación para la Guerra y no una Asociación para la Paz.


Entre los distintos países participantes, en diferentes organizaciones, debemos mencionar todos los países de Asia Central, que forman parte de la Comunidad de Estados Independientes, así como, Georgia, Ucrania, Suecia y Finlandia, estando este último, como abordado, ya como miembro de la OTAN desde abril de este año. Esta nueva ampliación de la OTAN es una provocación más para el vecino ruso, pues Finlandia comparte una frontera de más de 1.300 km con el gigante euroasiático.


5 — NATO y UE como la Anti-Europa, un instrumento de cercar la masa euroasiática


Podemos identificar algunas características peculiares de la alianza euroatlántica remitiéndonos a las enumeradas en un número de la revista “Eurasia” dedicado a la OTAN, características que hacen del Pacto Atlántico, una alianza militar bastante sui generis: en primer lugar, su duración de más de setenta años, que está mucho más allá de la duración promedio de cualquier alianza militar en la historia reciente. La OTAN no solo sobrevivió al final de la división del mundo en bloques opuestos, que debería haberla privado de sentido, sino que también encontró nueva vida tras la disolución de la URSS. Otra característica importante es la soberanía limitada de sus miembros: como se puede ver en la lista resumida a continuación, todas las operaciones militares realizadas no hicieron más que servir a los intereses geopolíticos de una sola potencia hegemónica, Estados Unidos. Este punto nos vincula directamente con otro aspecto importante, que es el carácter claramente ofensivo y belicoso de la Alianza.


En un ensayo reciente, también publicado en la revista “Eurasia”, el académico Marco Ghisetti, identifica correctamente, otras cuatro características del Pacto Euroatlántico, complementarias a las enumeradas hasta ahora y que definen aún mejor sus especificidades. Según el autor del artículo, la Alianza Atlántica es hegemónica, antidemocrática, interdependiente y antieuropea. Todas estas peculiaridades están ligadas a la posición dominante asumida en la OTAN por Washington, que persigue objetivos estratégicos a largo plazo, que son, necesariamente divergentes, por no decir opuestos, a los de Europa. La famosa incompatibilidad y contradición existentes entre EU-NATO (siendo los portavoces de una Europa superficial) y la Europa Profunda (de un mitraísmo común ancestral, cultura grecorromana aqueménida, la de Cristiandad Europea, del marco latino mediterráneo, de los resquicios del Antiguo Régimen y de la lógica geopolítica de la estructura multipolar, etc).


6 — Las Guerras de la NATO y su terrorismo institucional


Numerosos teatros de guerra se han visto afectados por operaciones militares orquestadas por Bruselas en los cuatro rincones del globo, especialmente desde la caída de la Unión Soviética, cuando, precisamente, el Tío Sam se apodera del Planeta Tierra, asumiendo la posición de potencia hegemónica, inagurando la era de la unipolaridad neoliberal estadounidense en el sistema internacional de Estados, haciendo que, el Imperio del Caos y de las Bases, como se ha manifestado en las últimas 4 décadas, opere de manera impune por el mundo. Según la narrativa oficial, la OTAN es una alianza defensiva, pero esto no se sostiene en el mundo real. La OTAN tiene una larga historia de intervenciones homicidas, incluso en suelo europeo. Para ejemplificar lo que decimos, suele necesario e interesante recordar algunos de ellos aquí, en orden cronológico:


1994–1996: Operación Fuerza Deliberada: la OTAN bombardea a las fuerzas serbias que asediaban Sarajevo, cambiando por completo, el curso de la guerra, que hasta entonces, había visto prevalecer al Ejército de Belgrado. Fue la primera operación bélica llevada a cabo por la OTAN, lo que marcó el verdadero cambio de paradigma en su política. En palabras del embajador estadounidense ante la OTAN, Robert Hunter, fue Bosnia la que salvó a la OTAN. A eso le sigue, el Destacamento Ícaro y las Operaciones Relámpago y Tormenta, que conllevaron a un despojo cruento de 250.000 serbios de las regiones de Krajina y Eslavonia Oriental.


1999: Operación Fuerza Aliada: aviones de la OTAN bombardearon Serbia durante 78 días, incluyendo la Atenas Serbia de Novi Sad, capital de la región autónoma de Voivodina al norte del país. El objetivo de la operación era el desmembramiento definitivo de Serbia y el derrocamiento de Milosevic. Entre los objetivos no declarados afectados se encuentra la embajada china en Belgrado (acontecimiento, dicho de paso, jamás olvidado por China), además del intento de establecer bases militares en una región altamente estratégica, algo que vino a sucederse con la consumación Camp Bondsteel. Son cometidos varios crímenes de guerra (como uso de fósforo blanco, uranio empobrecido y el ataque a civiles), además de genocidio y limpieza étnica.


2001: Operación Libertad Duradera: El objetivo de esta operación, lanzada inmediatamente después del 11 de septiembre, pero preparada mucho antes, pues, como sabemos, el famoso Patriot Act, que Biden tanto se orgulla de haber participado, ya estaba escrito antes del incidente. Como nos muestra la evolución histórica de los hechos, el Proyecto de un Nuevo Siglo Estadounidense, siendo fundado por Robert Kagan y William Kristol, teniendo como personajes principales, elementos importantes del Partido Republicano y la Administración del presidente George W. Bush, tales como, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Jeb Bush, Richard Perle, Francis Fukuyama, Richard Armitage, Dick Cheney, Lewis Libby, William J. Bennett, Zalmay Khalilzad y Ellen Bork, esposa de Robert Bork, se remonta al bienio 1996–97, siendo disueto en 2006.


Obra que aborda el caso.
Obra que aborda el caso.

Por el momento, la intervención en Afganistán, consiste en la única, para la que, se invocó el artículo 5 del Tratado, no siendo obviamente, un ente cualquiera, sino todo lo contrario, un cruce estratégico crucial en Eurasia, que, los medios masivos de comunicación, anclados con la retórica estadounidense, fueron dirigido hacia los talibanes y la al-Qaeda, cuando sabemos que los intereses iban mucho más allá, adentrando a profundas consideraciones geoestratégicas, geopolíticas y geopolíticas. No seamos ingenuos. Vale resaltar que, un año antes, en 2000, el Talibán había visitado Texas, para intentar consumar un acuerdo con el gobierno estadounidense, garantizando al Tío Sam, concesiones en el control de oleoductos con una ruta estable.


Representación del escándalo Texas case, que implica el vínculo con el grupo Talibán.
Representación del escándalo Texas case, que implica el vínculo con el grupo Talibán.

2003: Guerra en Irak. La guerra contra Irak tiene como objetivo derrocar al régimen de Saddam Hussein y establecer un gobierno que simpatice más con los intereses estadounidenses. El único resultado es lanzar el país al caos y fomentar la proliferación de grupos wahabíes. Por otro lado, alejando del propósito geoestratégico anglosionista de balcanización desenfrenado, se puede abordar un cierto acercamiento de facciones del país con Irán, con este último aprovechando del vacío de poder, promoviendo un acercamiento paulatino entre ambos entes políticos, anhelando a largo plazo, una reintegración territorial, que sería una especie de renacimiento institucional del espíritu safávida, adentrando al nuevo Gran Estado Neosafávida, por así decirlo, como un incontestable gran espacio territorial, abarcando un Estado-Civilización, como un polo de poder de la estructura de un mundo multipolar, que empieza a ganar fuerza.


2011: Operación Protector Unificado. Las bombas de la OTAN llegan a África y tienen, como objetivo, desestabilizar al país más rico del continente, la Jamahiriya de Muammar Gaddafi, que, por su interés de librarse de la jaula hegemónica dolarcéntrica, ya no interesa a los estadounidenses. Aquí, también, el desastroso saldo final incluye la desestabilización de toda la zona, incluyendo, además de la Europa mediterránea, principalmente, la zona del Sahel, que se convierte en una región altamente conflagrada. Sobre este tema, tenemos un artículo en particular.


2015: En el contexto de la Guerra híbrida regional, entre Riad y Teherán, Yemen es atacado por Arabia Saudí sin mandato de la ONU, con el apoyo de EE.UU., Inglaterra y Francia, miembros de la OTAN, siendo 3 de los 5 del CSNU.


Como estamos viendo, la OTAN, no representa una organización defensiva, como algunos anhelan entretener, de manera muy infantil, sino todo lo contrario. Solo ingenuos u hipócritas compran y difunden esta versión, fácilmente refutable, como hemos ejemplificado con estos ejemplos. Ella consiste, más bien, en un instrumento del expansionismo estadounidense, globalizando su poderío bélico, asediando los 3 grandes actores, China, Irán y Rusia, que, componiendo una alianza geoestratégica amplia, está destinada a romper hegemonías, disminuyendo el protagonismo de la Anglósfera, abogando por la construcción y, consecuente consolidación del mundo multipolar, caracterizado por la armonía entre polos de poder. Ante este abordaje, no es ningún exagero afirmar que, la OTAN representa un aparato de manutención de la unipolaridad neoliberal estadounidense en el sistema internacional de Estados.


7 — NATO y su misión de globalización del poderío bélico estadounidense


En conclusión, con este análisis, pretendemos dar una imagen, lo más detallada posible, de los objetivos reales del Pacto Atlántico, esto es, el cerco y desmembramiento del “corazón del mundo”, constituido por los países, por lo que, el eje estratégico del planetario, se ha dislocado. Estos objetivos se superponen a la perfección con los objetivos de Política exterior de la potencia marítima estadounidense, tal y como esboza Brzezinski en ‘El gran tablero de ajedrez’: la fragmentación de Eurasia evitaría la formación del eje Moscú-Pekín-Teherán, que constituye la peor pesadilla para los estrategas sio-atlantistas.


Así siendo, ante la agenda anglo-sionista de desestabilizar la integración del tren euroasiático, se encuentra, precisamente y finalmente, el caso de Ucrania, considerada un “pivote geopolítico” por Zbigniew Brzezinski y cuyo deseo de ingresar en la OTAN, se remonta a un largo camino, pues, en la cumbre de la OTAN en Bucarest en abril de 2008, se acordó en principio la entrada de Ucrania, que empezó a tener, dicho de paso, un gobierno totalmente rusofóbico en 2005, estrechando, cada vez más, los vínculos con el eje Washington-Londres, algo que se remonta a 1956, con el acomplamiento de la facción Lebed y a la Doctrina Wolfowitz de 1992, incluyendo la carta de Soros, anhelando en un futuro, usar Ucrania como herramienta de guerra contra Rusia.


El exasesor del presidente Carter (1977–1981), por cierto, es el verdadero artífice de la ampliación de la OTAN: “La ampliación europea y de la OTAN servirá, tanto a los objetivos políticos a corto, como a largo plazo de Estados Unidos. Una Europa más grande aumentaría el alcance de la influencia y, con la admisión de nuevos miembros de Europa Central, multiplicaría el número de estados pro-estadounidenses en los consejos europeos, sin crear simultáneamente una Europa lo suficientemente integrada políticamente para competir con los Estados Unidos en regiones importantes para ella, como Asia Occidental”. O sea, aquí vemos claramente, el concepto de sumisión total a los intereses geoestratégicos y geopolíticos estadounidenses, que tienen las organizaciones, OTAN y UE, instrumentadas como jaulas unipolaristas, ancladas a una concepción kalergista.


La historia de la OTAN es una de una sucesión de guerras desde 1949 hasta la actual en Ucrania. Sería más correcto hablar de la historia del Imperio Estadounidense, porque esta “sucesión de guerras” no comenzó en 1949, muy lejos de ello, sino que tendría que remontarse al desmantelamiento del México iturbidista (con la sucesiva amputación del bastión sureño chapín, a través de la conspiración del Plan de Casa Mata, instrumentada por Joel Roberts Poinsett en 1823), que imponiendo un gobierno inestable, decadente, inmoral y liberal, pavimentó el camino a la segunda amputación territorial, en el contexto de la Guerra de Intervención Estadounidense (1846–1848) contra México, que permitió a Estados Unidos, tomar la mitad norte del territorio mexicano, que pasaría a ser los actuales estados de Nuevo México, Utah, Arizona, Alta California, Nevada, así como, parte de Colorado, además de Texas (tras la secesión de 1836), integrados desde entonces, a la Unión Estadounidense.


Todas las agresiones estadounidenses siguen el mismo patrón: desestabilización de los países objetivo, vasallaje de estos entes políticos, establecimiento de bases militares con el mismo objetivo permanente, la ocupación político-económico-militar en beneficio de los propósitos geoestratégicos de la Anglósfera, moldeando también estos países, a imagen y semejanza del modo de vida estadounidense, con la imposición del liberalismo, que va mucho más allá, del supuesto libre-mercado y de privatizaciones desenfrenadas, siendo la agresión anti-cultural, anti-histórica y anti-civilizatória, uno de sus frentes más relevantes.


Ante dicho escenario, es muy necesario resaltar que, siempre recordando que, si la OTAN es una alianza militar, de hecho está dirigida por EE. UU, siendo algo aclamado por el presidente estadounidense, Richard Nixon: “La única organización internacional que ha funcionado alguna vez es la OTAN. Porque es una alianza militar y nosotros la dirigimos”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tiene una función esencialmente de relaciones públicas, pues las órdenes, como sabemos, vienen de Washington. Es en este rol, que dicho personaje, siendo, por lo tanto, un mero títere, es conocido en los medios. Así siendo, el término Sio-Atlantismo del Arco Transatlántico de la Anglósfera, nunca fue en vano, señalando el bloque geopolítico, que lucha por mantener el momento unipolar.


El poder real es el militar, que es ejercido al más alto nivel por los estadounidenses, a saber, el general Christopher G. Cavoli para el Comandante Supremo Aliado en Europa (SACEUR). Este ejercicio estadounidense es indivisible, como demuestra la solicitud de Francia de que se asigne un oficial europeo al Comando Sur de la OTAN, a lo que, William Cohen, secretario de Estado de Defensa, respondió sin ambigüedades: “Por supuesto, es categórico, realmente no es negociable”.


En esta sucesión de guerras, antes o después de 1949, sea directamente o por por delegación, el modus operandi del Imperio estadounidense es siempre el mismo, basado en provocaciones, revoluciones naranjas, mentiras, falacias, difamaciones, corrupción, guerra de información (es decir, desinformación, que hace parte de la propaganda barata). O sea, el playbook de su servicio de inteligencia, siempre ha sido el mismo, acudiendo, en varias ocasiones, a la vieja estrategia de dividir para imperar.


8- Las Mentiras de Estado y la desinformación masiva de los pretextos y operaciones de bandera falsa


Si nadie hoy ignora la descarada propaganda sobre las armas de destrucción masiva, pretexto para la invasión de Irak en 2003 (los estadounidenses tenían la debida consciencia de que, en aquel entonces, el Irak saddanista ya no disponía de armas de destrucción en masa, pues en la Guerra del Golfo, habían destruido todo el arsenal, que ellos mismos les habían otorgado a Saddam, para que éste último usara, en nada menos que 378 ocasiones, armas químicas contra los iraníes, en la Guerra Impuesta a Irán en su segunda mitad), no está de más recordar, aunque no de manera exhaustiva, la larga tradición de mentiras que jalonan la historia de Estados Unidos.


Además de los 5 casos ya mencionados, podríamos mencionar algunos otros, empezando por resaltar, más a profundidad los inicios que conllevaron a la Guerra de Intervención Estadounidense contra México, haciendo que éste último, perdiera más de la mitad de su territorial, en una violación, clara y manifiesta de la integridad territorial mexicana. Actualmente, ante los acontecimientos en Ucrania, los estadounidenses son los primeros a aclamar el concepto de “respeto a la integridad territorial”, pero cuando se trata de, además de México, como Serbia, Rumania, Irán, Rusia, China, entre otros que son una amenaza a sus intereses, no simplemente hacen vista gorda, sino participan directamente u indirectamente, a las amputaciones territoriales. Como vemos, va mucho más allá de dos pesos y dos medidas, sino, es una hipocresía sin límites, que resuena y se impregna, la Política exterior estadounidense. Dicho esto, seguiremos con casos:


El 13 de mayo de 1846, el Congreso de los Estados Unidos, declaró la guerra a México después de escuchar un enardecido discurso del presidente Polk en el que pronunció: “Sangre estadounidense ha sido derramada en nuestra tierra”, lo que, era rotundamente falso. El presidente James K. Polk, sucesor de Tyler en la Casa Blanca, recibió con ello en charola de plata el pretexto para declarar la guerra. La frase encendió el fervor patriótico en todo el país. Millares de voluntarios se alistaron para combatir al “pérfido” México, con lo que, se engrosó temporalmente, al ejército de Estados Unidos, entonces formado por sólo ocho mil hombres. Estaba creado el escenario propicio para un alistamiento popular, con el Congreso finalmente aprobando la guerra, dando inicio a la agresión, cuando inicialmente, la causa de la invasión, no encontraba eco en la población el país, teniendo que recurrir a falsos pretextos para desatar el odio hacia la Mexicanidad y todo que de México emane. Así han actuado siempre.


La victoria contra México, tanto en 1824 y 1848, abre el camino para el proceso de hegemonía continental por parte del país estadounidense en 1898. El 15 de febrero de este año, el buque de guerra estadounidense USS Maine explotó en el puerto de La Habana, matando a 266 estadounidenses. Idealmente, se encuentra el pretexto para la entrada en guerra de los Estados Unidos contra España con la consiguiente anexión de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, que son usurpadas por el Tío Sam. Curiosamente, gran parte de esas regiones, o son tierras irredentas mexicanas o parte de esfera de influencia natural del Continente Cultural de la Mexicanidad (Estado-Civilización Mesoamericano-Virreinal). Se inicia, precisamente, en este momento, el concepto de Imperio estadounidense, que adquiere el potencial para recibir el bastón por parte de Londres, manteniendo la antorcha hegemónica de la Anglósfera.


Dibujo satírico publicado en 1896 en el diario español La Campana de Gràcia, criticando la actitud de EE. UU. hacia Cuba.
Dibujo satírico publicado en 1896 en el diario español La Campana de Gràcia, criticando la actitud de EE. UU. hacia Cuba.

Esta fue la primera guerra que Estados Unidos llevó a cabo fuera de su territorio. En 1911, 13 años después del final de la Guerra hispano-estadounidense, el examen de los restos del USS Maine mostró que, los efectos combinados del gas y la electricidad habían destruido el barco desde adentro. Los españoles, por lo tanto, no tenían nada que ver con el hundimiento del buque de guerra. Estudios más recientes, solo han sostenido dicha versión, señalando que, dados los desperfectos causados por la explosión, si la misma hubiera sido provocada por algún artefacto externo, esta habría hecho al barco saltar (literalmente) del agua. Algunos de los documentos desclasificados por el gobierno de EE. UU. sobre la Operación Mangosta (proyecto para la invasión de Cuba posterior al fracaso de bahía de Cochinos) avalan la polémica hipótesis de que la explosión fue causada, en realidad, por el propio gobierno de EE. UU. con el objeto de tener un pretexto para declarar la guerra a España.


España negó desde el principio que tuviera algo que ver con la explosión del Maine, pero la campaña mediática realizada desde los periódicos de William Randolph Hearst, hoy día el Grupo Hearst, uno de los principales imperios mediáticos del mundo, convencieron a la mayoría de los estadounidenses de la culpabilidad de España, a pesar de las críticas de algunos intelectuales estadounidenses, como el poeta Edgar Lee Masters. La verdad es que, la estrecha asociación, entre los vehículos de comunicación masivos y el gobierno estadounidense, hicieron posible el caos mediático, convertido en un estallido político, creando el ambiente posible, con el debido y necesario pretexto, para que Washington condujera sus objetivos geoestratégicos de apoderarse de esas regiones. Estados Unidos, entonces, acusó a España del hundimiento y declaró un ultimátum en el que, se le exigía la retirada de Cuba, además de empezar a movilizar voluntarios antes de recibir respuesta.


Por su parte, el gobierno español, como era de esperarse, siendo inocente, rechazó cualquier vinculación con el hundimiento del Maine y se negó a plegarse al ultimátum estadounidense, declarándole la guerra en caso de invasión de sus territorios, aunque, sin ningún aviso, Cuba ya estaba bloqueada por la flota estadounidense, que cometía, si ya no fuera poco, otra agresión y crimen internacional. En cuanto al hundimiento del Maine, varios estudios posteriores han llegado a la conclusión de que, lo más probable es que, la explosión fuese provocada, realmente, desde dentro del buque, debido a una ignición de la santabárbara, común en los buques estadounidenses de la época. Comenzaba así, la guerra hispano-estadounidense, que con posterioridad se extendió a otras regiones hispanas, como Puerto Rico, Filipinas y Guam.


En 1975, el almirante estadounidense, Hyman G. Rickover, al frente de un equipo de investigadores, reunió todos los documentos e informes de las comisiones encargadas de la investigación en 1898, las de 1912, cuando se extrajeron los restos del buque y cuantas declaraciones, publicaciones y fotografías pudo obtener. Después de un exhaustivo análisis, de todo el material dictaminó, sin lugar a dudas: “que una fuente interna fue la causa de la explosión del Maine”.


La Guerra de Vietnam es otro capítulo sombrio de la trayectoria de interminables agresiones bélicas estadounidenses. El presidente Lyndon Johnson, que acababa de suceder a John Fitzgerald Kennedy, además de la CIA, querían un pretexto para involucrar a Estados Unidos en una guerra abierta contra Vietnam, haciendo que el país sucediera Francia en Indochina. Lyndon Johnson alegó que el Viet Minh había atacado un buque de guerra estadounidense, el USS Maddox, en el Golfo de Tonkin, el 4 de agosto de 1964. Un día después, el 5 de agosto comenzó oficialmente la guerra con el bombardeo de Vietnam del Norte. En 2005, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), publicó más de 140 documentos previamente ultrasecretos sobre el incidente del Golfo de Tonkin, incluido un estudio del historiador Robert Hanyok, que confirmó lo que otros habían sospechado durante mucho tiempo: no se habían tomado medidas contra los barcos estadounidenses en el Golfo de Tonkin el 4 de agosto de 1964. Además, según las tripulaciones del destructor estadounidense, el ataque en el Golfo de Tonkin, fue pura invención, haciendo parte de la propaganda estadounidense, es decir, de la desinformación desenfrenada que hace parte de su modus operandi.


El saqueo de las incubadoras y la Guerra del Golfo (1991), que, como vimos, inaugura, de una vez por todas, el periodo de unipolaridad neoliberal estadounidense, presentando al Tío Sam, ante todo el globo terráqueo, como única potencia global, siendo todo transmitido en vivo y a todo colores, a través del fenómeno CNN, consiste en más uno de los actos de intervención bélica de Washington. La mentira de las “incubadoras” fue creada por la empresas de comunicaciones Hill & Knowlton. El 10 de octubre de 1990, Nayirah, una niña de 15 años presentada como enfermera, testificó entre lágrimas ante el Comité de Derechos Humanos del Congreso que, durante la invasión, había estado trabajando en un hospital kuwaití y había visto a soldados iraquíes sacar bebés de las incubadoras y ponerlos en el suelo donde habían muerto. Se informó que, 312 recién nacidos murieron. De hecho, después de la guerra, se supo que, la historia de la incubadora, era una mentira infame y que, el verdadero nombre de Nayirah, era Nijirah al-Sabah, siendo hija del embajador de Kuwait, en Washington.


Mentiras de Estado, desinformación, todos los presidentes estadounidenses involucrados en guerras son criminales de guerra, ya sea Eisenhower, Johnson, Nixon, Carter, Reagan, Clinton, Bush padre e hijo, Obama, por cierto, Premio Nobel de la Paz (sic). Ninguno de estos presidentes fue arrestado ni responsabilizado por las miles de muertes. Lo mismo se aplica a los sucesivos jefes de la CIA, asesores políticos (Madeleine Albright, Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski), jefes de estado o de gobierno (Margaret Thatcher y Tony Blair). La Anglósfera está unida en ese carácter cadavérico. Y la lista está lejos de ser exhaustiva.


9- La falsa búsqueda por democracia, libertad y derechos humanos, propaganda barata para ganar la opinión pública


Todas las guerras de la OTAN han contado con el apoyo unánime de los medios de comunicación, la clase política, la mayoría de los intelectuales y la formación de la opinión pública, todo ello bajo el pretexto del humanitarismo y los buenos sentimientos morales, con el mismo estribillo, la exportación de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos, cuando, lo que ellos abogan (Consenso de Washington y Escuela de Chicago), no tienen nada que ver con prácticas democráticas y, lo que ha convertido, Libia, Irak y Afganistán, por ejemplo, está muy lejos de algo democrático, sino, Libia, en proceso de somalización. La organización sio-atlantista conduce a los entes profanados, a la condición anárquica.


El lenguaje de la propaganda no se preocupa por las sutilezas del lenguaje o la delicadeza del vocabulario: Ion Antonescu es un “psicópata” y/o un “criminal de guerra”, como lo es el líder libio Gaddafi. Milosevic es presentado como un “dictador sanguinario” o incluso “Führer serbio Milosevic” (Rudolf Scharping, ministro de Defensa alemán) o “Carnicero de los Balcanes”, cuando la realidad nos muestra que, quien lo ha sido es Bill Clinton. Para Estados Unidos, Libia, junto con Irak, Irán y Siria, por ejemplo, es uno de los “grandes males” del mundo. Estos mismos países, como Hungría y Norcorea, son “estados rebeldes” o “terroristas”. Para George Schulz, secretario de Estado de Reagan, “Nicaragua es un cáncer que se cuela en nuestro territorio, aplica las doctrinas de Mein Kampf y amenaza con apoderarse de todo el hemisferio”. Curiosamente, bajo la dictadura somozista, todo era un paraiso en Manágua. Cuando Nicaragua empieza a librarse de la asfixiante jaula monroísta, que la mantuvo aprisionada por más de un siglo, pasando por los Marines, entre 1903 y 1993, viene la condenación de Washington.


En cuanto a Vladimir Putin, presentado puntualmente como un “dictador” (Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Asuntos Exteriores en TF1), algunos llegan a señalar una supuesta continuidad entre Joseph Stalin y Vladimir Putin. Para John McCain, Putin es un “imperialista ruso y aparato de la KGB”. La palabra “loco” aún no formaba parte del lenguaje, pero gracias a Milos Zeman, presidente de República Checa, lo es: calificó la acción rusa de Ucrania como un “acto de agresión no provocado”, diciendo que “el loco hay que aislarlo (…) Hace unos días dije que los rusos no estaban locos y que no atacarían Ucrania. Reconozco que me equivoqué (…). El loco debe ser aislado. Y no se trata solo de defendernos con palabras, sino con medidas concretas”.


Por otro lado y, al más puro estilo orwelliano, los sanguinarios Contras son presentados como “luchadores por la libertad”, así como lo fueron los muhajedin (incluyendo, dicho de paso, Bin Laden, Hekmatiar y Jalaluddin Haqqani) y los batallones Azov y compañía. La guerra de la OTAN contra Serbia es una “guerra humanitaria”. Y, la agresión a Libia, desmantelando su aparato estatal, es presentado como “intervención humanitaria”. La lucha por democracia es pura retórica, siempre quisieron, meramente, gobiernos títeres, permeables a sus intereses geoestratégicos y geopolíticos.


10 — El golpe de estado en Ucrania, el 20 de febrero de 2014


Los estadounidenses están moviendo los hilos y no lo están ocultando. John McCain, la personificación del halcón de la guerra estadounidense, junto con Lindsey Olin Graham, han estado presentes en Kiev en las semanas previas al golpe, instando a los manifestantes a derrocar al gobierno ucraniano. Las protestas de Maidan son explotadas sobre el terreno por las múltiples visitas de funcionarios estadounidenses, las conversaciones telefónicas entre Victoria Nuland y Geoffrey Pyatt, el embajador estadounidense en Ucrania, durante las cuales, discutieron la nueva composición del gobierno. Fue durante estas conversaciones interceptadas que Victoria Nuland lanzó su famoso “¡A la mierda con la UE!” Después del golpe, el objetivo del nuevo gobierno era, claramente, incorporar a Ucrania a la OTAN.


La posición de Rusia es clara y de sentido común: que Ucrania nunca debería recibir misiles estadounidenses y que no debería unirse a la OTAN. Estas demandas fueron rechazadas por Victoria Nuland: “Estas son decisiones que pertenecen a Ucrania y la OTAN, no al Kremlin”. Y Sergei Lavrov resumió la situación: “Estados Unidos, la UE y la OTAN ignoraron todas nuestras propuestas para evitar estas amenazas basadas en el respeto mutuo por los intereses de seguridad. A pesar de las garantías anteriores de no expansión hacia el este, la Alianza ha acercado sus fronteras a Rusia cinco veces. Podemos ver una situación similar con Ucrania. En este país, todo lo ruso estaba prohibido: idioma, educación, cultura, medios de comunicación”. Sin olvidar las persecuciones contra las comunidades rumanas, polacas y magiares.


El objetivo obvio de EE. UU. es rodear, cada vez más, a Rusia y, con ese fin, integrar a Ucrania en la OTAN, izando su bandera en Sebastopol, en la región de Crimea. Esta es la línea roja para Vladimir Putin, para quien, la seguridad de Rusia está, obviamente, en juego y necesita un glacis seguro. Parece que, las negociaciones con Ucrania estaban muy avanzadas para su integración en la OTAN. Al mismo tiempo, sin embargo, los estadounidenses, no solo estaban haciendo oídos sordos a las demandas de Vladimir Putin, sino que también estaban enviando más tropas estadounidenses a los aliados de la OTAN en Europa del Este, con ejercicios de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia. Es necesario recordar este contexto para comprender que, la Operación Militar especial rusa fue la única solución para evitar que Ucrania ingresara en la OTAN, algo que debe ser, debidamente aclarado.


La Operación Militar Especial lanzada por Rusia, por cierto, curiosamente, se encuentra vinculada al nuevo concepto de Responsabilidad para Proteger de Kofi Atta Annan, algo que tardó 4 años para ser firmado por los 193 países, entre 2005 y 2009, anclado al campo del Derecho Internacional Público. En el inicio de la Operación Militar Especia, la Entidad Sionista, rápidamente, condena Moscú y ataca Damasco. Suena curioso, pero lo es, recordando los enormes grados de vínculos entre los oligarcas anglo-sionistas, que comandan Zelensky y Tel Aviv.


Existen miles de enfrentamientos en el mundo en el momento. Drones en Somalía y Yemen. La Jazaria Contemporánea, toda semana prácticamente, ataca aeropuertos en Siria y, dicho de paso, ocupa los Altos de Golán desde 1967. Turquía y Estados Unidos ocupan el norte de Chipre y México respectivamente. Serbia fue mutilada. Bélgica ha sido creada por la Pérfida Albión, en el contexto de la jaula del Congreso de Viena, para disminuir el peso geopolítico de Francia y Países Bajos. Chile ocupa el litoral boliviano de Antofagasta. Panamá fue amputado de Colombia, así como, el bastión sureño chapín de México. Y muchos otros casos. Vemos con eso lo cuanto es imperfecto el Derecho Internacional Público contemporáneo, basado todavía, en concepciones westfalianas obsoletas, que no dan cuenta, como vemos, de la realidad actual de las Relaciones Internacionales.


11- Cronología histórico-geopolítica del conflicto ucraniano.


Como nos muestra la trayectoria histórica-geopolítica contemporánea, que se remonta a Mackinder, en 1904, existen varias camadas cronológicas para entender el conflicto actual en el este europeo, entre la Anglósfera, por así decirlo, y Rusia:


a- En 1904, Halford John Mackinder, lanza la teoría del Heartland, abogando la necesidad de la Anglósfera de balcanizar a Rusia, para desmantelar su posición privilegiada, en cuestión de recursos naturales, acceso estratégico y proyección de poder.


b- En 1956, se da a cabo, el reclutamiento de la facción Lebed por la CIA, a través de los Hermanos Dulles (responsables también, dicho de paso, por las deposiciones de Mossadegh, en Irán, en 1953 con la Operación Ajax y Jacobo Árbenz, en Guatemala, en 1954 con la Operación PBSUCCESS), que emprendieron el inicio de construcción de la identidad ucraniana por laboratorios de geoestratégica, aprovechando la retórica austrohúngara de finales del siglo XIX e inicios del XX.


c- Entre 1989 y 1991, el colapso de las fronteras soviéticas hasta nuestros días, que hizo que muchos rusos étnicos despertaran el un ente político distinto, pasando por la Doctrina Wolfowitz de 1992 y la carta de Soros de 1993, abordando la necesidad de usar a Ucrania, en un frente de batalla contra Rusia.


d- Maidán a la actualidad, los famosos 8 años (2014–2022), con la participación de Victoria Nuland, Bernard-Henri Lévy, Lindsey Graham y compañía, entre muchos otros, algo que costó 5 billones de dólares al contribuyente estadounidense promedio, escenario que estableció una serie de escuadrones de la muerte (grupos paramilitares), como el Batallón Azov, Batallón Aidar, Svoboda y Sector Derecho, entre algunos otros, con respaldo financiero del magnate jázaro Íhor Kolomoiski y de asesores militares ingleses.


e- Finales de 2021, derivado de la expansión sio-atlantista, con la transferencia de misiles a Rumania y Polonia, anhelando hacerlo también en Ucrania, algo que va de la mano con la declaración del payaso cocainómano, el 19 de febrero de 2022, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, de recrear y restaurar el proyecto nuclear ucraniano, que buscaba ponerle a Rusia, en una posición de chantaje nuclear. Es decir, establecer misiles hipersónicos tan cerca, haciendo que Rusia perdiera la posibilidad de promover un segundo ataque o segunda respuesta, siendo la capacidad de un país de tener la condición de responder a tiempo, cuando un enemigo dispara armas nucleares en su dirección, una línea roja, que fue irrespetada por la agresión luciferina sio-atlantista.


Así siendo, tras una serie de cartas no contestadas por parte de Washington, Rusia fue obligada a entrar en conflicto, siendo algo inevitable. No había otra opción posible, siendo reconocido, incluso, por ex asesores militares de la NATO. Si Rusia permitiera que su capacidad de segundo ataque fuera eliminada, es Gameover. No seamos ingenuos. Los propios Acuerdos de Minsk, fueron una estrategia para ganar tiempo para la gran ofensiva planteada por el bando sio-atlantista, algo reconocido también, por figuras globalistas, como, Hollande y Merkel.


Desde el Maidan, fueron 8 años de fortificación y entrincheramiento, además de concentración de tropas, siendo asesoradas por militares ingleses, algo que rompe principios básicos de ‘No Intervención’ en asuntos internos, logísticos y operacionales de otro ente político, como sus organismos, entidades y organizaciones, como las Fuerzas Armadas. La Anglósfera siempre no ha respetado los principios ordenadores del sistema internacional de Estados que son, Soberanía y No Intervención.


Estas fuerzas paramilitares, entrenadas por asesores militares ingleses, promoverían un fuerte ataque contra el Dombass, que, sin el respaldo ruso, jamás podían defenderse. Las poblaciones de orientación civilizacional rusa, serían, por lo tanto, diezmadas, asesinadas en masa, en más un capítulo de etnocidio y genocidio, recordando lo sucedido, entre 2014 y 2021. Un hecho consumado y claro, en el éxtasis de la victoria, podían incursionar en dirección a Crimea. O sea, el acto de Rusia de lanzar una Operación Militar Especial es una Legítima Defensa Preventiva en dos sentidos:


-Disuasión Nuclear.

-Responsabilidad para Proteger (Defensa Humanitaria), en respaldo a la población del Dombass, que sería masacrada.


12- NATO y sus constantes violaciones del Derecho Internacional


Desde 1945 y la fundación de las Naciones Unidas (ONU), el uso de la guerra está prohibido, con solo dos excepciones: el derecho a la legítima defensa y un mandato explícito del Consejo de Seguridad de la ONU. Es un eufemismo decir que, la Carta de las Naciones Unidas (San Francisco, 26 de junio de 1945), que prohíbe a sus miembros recurrir a la amenaza, al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado o de cualquier otra forma incompatible con las los objetivos de las Naciones Unidas, fue soberbiamente ignorada por la mayor alianza militar del mundo, la OTAN, que libró impunemente, las guerras más ilegales.


Guerras enmascaradas, golpes de estado, falta de mandato de la ONU (Serbia 1999, Irak 2003), mal uso de un mandato de la ONU (Libia 2011, resolución de la ONU permitió una zona de exclusión aérea para proteger a la población civil. No autorizó un cambio de régimen y el asesinato de Muammar Gaddafi), la ONU ha mostrado su impotencia, como antes la Liga de las Naciones. ¿Es esto tan sorprendente? No realmente, a juzgar por las palabras de varios líderes estadounidenses: Madeleine Albright para quien “el Secretario General de la ONU debería ser solo un administrador” o G.W. Bush: “Me pregunto si la ONU es indispensable en el siglo XXI (…)”. Noam Chomsky observa que, “las máximas autoridades explican con brutal claridad que, la Corte Internacional de Justicia, la ONU y otros organismos internacionales, se han vuelto irrelevantes, pues ya no obedecen las órdenes de Washington (…)”.


Estamos de acuerdo con los comentarios de Daniele Ganser sobre las guerras libradas por la OTAN, que son guerras al servicio de la manutención de la unipolaridad neoliberal estadounidense en el sistema internacional de Estados. Sin embargo, tenemos reservas sobre el concepto de “legalidad”. El tema no es de guerras ilegales, en términos de derecho, algunas pueden ser ilegales siempre y cuando sean guerras justas, guerras de liberación nacional o la frente irrendista lanzada por Rusia en respaldo de las poblaciones de habla rusa de Donbass y otras que no lo son. En este caso, las guerras descritas aquí, las del Imperio del Caos y de las Bases, son naturalmente guerras ilegales. La historia contemporánea ha demostrado que, la ONU es incapaz de hacer cumplir el contenido de su carta. Con tres de los cinco miembros permanentes de la OTAN (EE.UU., Inglaterra y Francia) en el Consejo de Seguridad de la ONU, a menos que China o Rusia lo veten, el resultado es conocido y hemos visto (profanacíón del suelo suberráneo ajeno, cambio de régimen, establecimiento de gobiernos títeres y permeables a los intereses de la Anglósfera y la imposición de valores, anhelando someter el pueblo a su imagen y semejanza). Es lamentable que, siendo digno de lamenter, en casos importantes (Libia), Rusia y China, eligen abstenerse. Ambos se arrepienten demasiado hasta nuestros días.


13- La impunidad del Imperio del Caos y de las Bases, anclado al calvinismo del Destino Manifiesto


Para Estados Unidos, el poder tiene prioridad sobre el derecho y, creyendo que tiene una misión universal, estando regido por leyes divinas para moldear el mundo a su imagen y semejanza, como señala la Doctrina del Destino Manifiesto, de corte calvinista, seguirá operando como lo ha hecho durante los últimos 200 años. La OTAN siempre ha sido una herramienta de la unipolaridad estadounidense, siendo su paraguas bélico-militar, al crear una subyugación de los países de Europa Occidental, impidiendo la creación de una Europa verdaderamente soberana con su propia defensa. La OTAN es una amenaza para la paz mundial y, sobre todo, para Europa, un territorio codiciado, pero un enano político y militar al estar bajo una jaula kalergista, que se manifiesta, además de un instrumento de proyección militar estadounidense cercando a Rusia, Irán y China, como la antítesis de la Europa profunda, siendo la personificación materialista de la Anti-Europa.


La OTAN no tiene, como hemos presentado, no tiene derecho a existir, desde la desaparición de la URSS. Esta organización bélica debe ser disuelta y, como mínimo, abandonar Europa, que debe reencontrar, sus profundas raízes civilizacionales, abranzando una orientación geopolítica propia a su matriz cultural y civilizacional. Los intereses de los pueblos europeos y la paz en Europa así lo exigen para que, la Cristiandad Europea, con sus profundas raíces grecorromana aqueménidas, puedan despertar, ante las cenizas kalergistas, como un innegable polo de poder del naciente mundo multipolar.


En este sentido, existen integraciones anti-hegemónicas. Al lado opuesto de la NATO, organizaciones como, la Alianza militar, conocida como Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), que intervino en Kazajstán en febrero de 2022 para sofocar los disturbios que estallaron en la capital, integran actualmente a Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, se están moviendo en la dirección de una integración deseable. O la Organización de Cooperación de Shanghai, cuyos miembros son China, India, Irán, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. En definitiva, el mundo multipolar suele estar tomando forma, de una manera cada vez más definida. Europa, yendo en contra de todos sus intereses lógicos, ha decidido que no quiere formar parte de él. Así siendo, el concepto de Anti-Europa, para retratar la estructura institucional de Bruselas, tanto la OTAN, como la UE, hace todo sentido, de manera que, una orientación kalergista para un europeo, representa un masoquismo geopolítico, siendo esto, por su enorme relevancia, tema para todo un otro artículo.


[1] Márcio Forti es analista en relaciones internacionales, habla de história y geopolítica.


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